A veces nuestra carnaza es tan sumamente vistosa y fotogénica que cualquiera diría que puedes disfrutar de la carne y seguir manteniendo cinturita de avispa y músculos de infarto…Sin embargo, la realidad es que ¡sí se puede! Y es que, el consumo de carne y sus derivados, además de placentero, es una importante fuente de proteínas, que aporta también vitaminas y minerales que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Pero lo cierto, es que como cualquier otro alimento y por muy saludable que sea, debe consumirse con moderación como recomienda la Fundación Española de Nutrición, y hacerlo con una frecuencia de 2 ó 3 veces por semana.
Dicho lo cual…¡vamos al lío!
3 razones para disfrutar de la carne y seguir comiendo sano
Give me my proteína
Entre un 20% y un 30%. Ese es el aporte de proteína de la carne. Además, esta proteína es de un alto valor biológico, si lo comparamos con otros alimentos de origen vegetal, debido a su composición en aminoácidos y a su digestibilidad, con un aprovechamiento entre el 85% y el 100%. Y para que veas de lo que hablamos…aquí van unos ejemplos claros:
- La carne de cerdo, ternera y cordero pueden aportar entre un 15% y un 20% de proteínas.
- La carne de pollo tiene alrededor de un 20% de estos macronutrientes tan importantes.
- Carne de pavo aporta 25 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto, en el caso de la pechuga.
- El conejo tiene alrededor de un 23% de proteínas.
- La carne de ciervo aporta un 34% de proteínas, siendo así la carne más proteica que hay.
Alimento completito, completito
Dentro de una dieta equilibrada, la carne cuenta con un importantes propiedades que la hacen clave en la dieta personas de cualquier edad. De hecho, cuentan las buenas lenguas que, después del huevo, es el alimento que contiene las proteínas de mayor valor biológico para nuestro organismo.
Las proteínas de la carne aportan mucha calidad nutricional, entre sus propiedades se encuentran la vitamina B12, zinc, hierro y aminoácidos importantes para la formación de nuevos tejidos. Además consumir este tipo de carne aporta efectos positivos en el corazón y la depresión ayudando a la función cognitiva.
¡Viva la dieta mediterránea!
Si hay un tipo de alimentación que ha demostrado numerosos efectos positivos para nuestro organismo, esa es, sin duda, la dieta mediterránea. Esta «dieta» se caracteriza por una combinación ideal de distintos grupos de alimentos, entre los que, por supuesto, se incluye, en su medida correcta, la carne (incluso la roja). De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir carne roja al menos una vez a la semana, con una cantidad de carne recomendada de entre 100 y 150 gramos por ración hasta un máximo de 500 gramos a la semana.
Dicho lo cual…¡la vida avala tus ganas de disfrutar de la carne! Reserva tu mesa y date el caprichito de la semana 😉